En portada Sep.7.2023

Nos sumergimos en el mundo musical del Maestro Theo Tupayachi, director de la Orquesta Sinfónica del Cusco. En estas líneas nos cuenta sobre su pasión por la música, sus retos personales y sus grandes momentos frente a la orquesta más importante de nuestra ciudad.

¿Cómo te involucraste en la música y en la dirección de orquesta?
Creo que es algo innato, ya que en mi familia no hay músicos ni artistas, sino que fue un deseo personal desde muy niño, una insistencia mía a los siete u ocho años, pedir a mis papás que me matricularan en el Instituto de Música Alejandro Albiña. Exigir, querer estudiar música. Entonces, ingresé al Instituto de Música, que en aquel momento requería un examen de ingreso, y luego me fui especializando. Más tarde, viajé a Lima para estudiar en el Conservatorio Nacional, y allí fue donde tuve la experiencia de dirigir. Yo tocaba el violonchelo en la Orquesta Juvenil Nacional, y un día el director que debía venir no pudo por alguna razón, así que me pidió que yo hiciera el ensayo. Una vez que diriges un ensayo y sientes esa sensación, ya no quieres dejarlo. Fue así como me gustó mucho y comencé a dirigir.

¿Cuál ha sido la pieza más desafiante que has dirigido y por qué?
Fue con la Orquesta Sinfónica Nacional en un concierto que tuve la oportunidad de dirigir en el Gran Teatro Nacional. A lo largo de mi carrera, he dirigido varias veces junto a la Sinfónica Nacional, pero hubo un programa particularmente desafiante que presentaba música latinoamericana. En este programa, teníamos la tarea de interpretar una obra titulada Sensemayá, compuesta por Silvestre Revueltas. En primer lugar, es importante destacar que es un compositor contemporáneo del siglo XX, y su obra presenta numerosos cambios de tempo y complejidades que representaron un verdadero desafío tanto para la orquesta como para mí como director Así que la obra salió bastante bien, pero fue un gran reto poder hacer ese tipo de música.

¿Cuál es el enfoque artístico al dirigir la orquesta?
En esencia, dirigir es organizar una interpretación musical. Es similar a leer un poema o un texto escrito, donde puedes darle diferentes matices en la entonación y expresión para comunicar la palabra, incluso controlar el tono de voz. De la misma manera, en la música, las partituras están escritas, pero aún así existen variantes y fluctuaciones que un director puede organizar.

El rol del director abarca tanto la parte técnica, asegurando que todos los músicos toquen juntos, creando un equilibrio y destacando voces específicas, como la parte musical y emocional que implica transmitir lo que no está explícitamente escrito. Cuando se trabaja con un grupo grande, se requiere una persona con una visión clara que pueda transmitirla y persuadir al resto del conjunto para llevar a cabo su interpretación única de la obra. En última instancia, el papel fundamental del director es organizar una interpretación musical que trascienda las notas escritas en la partitura."

Cuéntanos alguna anécdota memorable de este tiempo dirigiendo la Orquesta Sinfónica
Hemos tenido la fortuna de realizar numerosos conciertos en lugares emblemáticos como el Teatro Municipal y diversas iglesias en Cusco, así como presentaciones fuera de nuestra ciudad, incluyendo un memorable concierto en el Gran Teatro Nacional. Pero los lo que más ha quedado grabado en nuestra memoria son aquellos conciertos en provincias o distritos muy lejanos. Recuerdo que ofrecimos un concierto en la iglesia local de una población muy lejana en las afueras de Cusco. A la salida, ya en la oscuridad de la noche, los niños del lugar nos despidieron, agitando sus manos y gritándonos "¡Vuelvan pronto!" Fue una escena conmovedora y emocionante, el concierto fue una novedad ese día y dejó una impresión o un recuerdo que se quedó en la memoria de las personas. Nos hizo felices a muchos de la orquesta.

Desde alguna perspectiva, la música clásica a menudo se puede considerar tradicional. ¿Cómo buscas innovar o mantener relevante la Orquesta Sinfónica del Cusco en la actualidad?
Hay dos aspectos a considerar. Por un lado, es cierto que esta tradición es valiosa, ya que permite la transmisión generacional de un arte universal. Por otro lado, la innovación es igualmente importante. Y lo que nosotros hemos hecho en Cusco es, en primer lugar, salir un poco de los espacios convencionales, como teatros, auditorios o iglesias, que suelen ser escenarios habituales para conciertos y hemos optado por llevar nuestra música a lugares distintos, como colegios, donde tocamos en patios y espacios destinados a deportes, como pequeños coliseos y también hemos realizado conciertos al aire libre en diversos distritos. Por otro lado, está el repertorio el cual hemos enriquecido incluyendo música peruana y cusqueña.

"La Orquesta Sinfónica del Cusco ha realizado numerosas presentaciones. ¿Podrías hablarnos sobre una actuación que haya sido especialmente significativa para ti?
Bueno, en un momento determinado, con una gran inversión, logramos llevar a cabo espectáculos escénicos en los que la orquesta se presentaba junto con un grupo de bailarines y actores. Logramos montar estos espectáculos en el teatro con escenografía, diseño de luces y proyección de videoarte en vivo. Estos espectáculos se llevaron a cabo en múltiples fechas y temporadas. Considero que estos fueron algunos de los momentos más intensos y creativos en la historia de la orquesta.

Por ejemplo, cuando montamos el drama de 'Ollantay', cuando interpretamos 'El Cóndor Pasa' y cuando presentamos una serie de cuentos cusqueños en homenaje al gran maestro pintor Alberto Quintana. Cada uno de estos espectáculos escénicos representó un esfuerzo significativo y requirió un gran trabajo artístico. No obstante, también nos brindaron una gran satisfacción y orgullo por el resultado logrado.


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